El trabajo audiovisual, conlleva un peso muy importante en la puesta en escena. Mi mayor reto es hacer que la dramaturgia visual acompañe todo lo que sucede en el escenario. A raíz de la selección que la autora ha hecho de las obras de Frida Kahlo, hemos hecho una labor de separación pictográfica de todos los elementos que vemos en cada una de las obras, para así darle vida a las pinturas.
Es importante mencionar la visión que en conjunto con Miguel Tubia, el director, hemos desarrollado, puesto que nos encontramos ante una puesta conceptual donde a través de las actrices, la música y los audiovisuales proponen una puesta inmersiva, donde el personaje de Frida convive con su propio arte. Es ahí, donde el espectador absorbe una puesta en escena donde lo audiovisual toma una gran importancia. ¨Se trata de dar vida a las imágenes¨.
El diseño de la escenografía es sencillo, podría ser denominado como ¨minimalista¨, donde tres pantallas dan cobertura a la puesta escénica.
Frida es una mujer revolucionaria, una mujer que a través de los años se ha mantenido en la vanguardia de su ideología, la creación y el arte.
Desde que me mostraron el primer libreto, en mi mente comencé a idear cómo querría que el espectador, conociese esta puesta en escena.